Equipaje

Author: Beatriz Sy /


Cogió la maleta y cerró la puerta tras de si.

En este caso esperaba que fuese su última partida, la valija ya envejecida de tanta búsqueda de esperanzas y libertades, cargaba en esta ocasión las pocas pertenencias que le quedaban, su eterno jersey negro, chaqueta a juego, su bufanda, esa misma de la que decía, se había encontrado un día de lluvia en un charco ennegrecido de capital y menos libros de los que desearía.
Su corazón maltrecho volteó por un instante, fijando su mirada más allá de la madera que lo separaba de su ahora ya, pasado, que vivió durante tanto tiempo como un infernal presente.
Con paso lento, sin prisas, recorría por última vez las calles de su infancia, en un baile acompasado y paralelo a sus recuerdos, se despida de su querida y odiada ciudad.
Por un instante le pareció verla a ella en el fondo de la barra donde tomaba su último vino, el cabello negro y liso donde liaba sus dedos, la mirada fresca y clara, el nombre que había decidido cambiar por linda en su miedo al equivoco, aceptado entre juegos, sonrisas y miradas cómplices, ya que el amor no ciega la verdad. Pero el vino como siempre engaña y deja abiertos los sentidos para divagar.
Ya estaba allí, sombrero en mano, dispuesto para la despedida, las mismas que tanto aborrecía, avanza hacia el futuro, alza la mano en señal de saludo y da la espalda, nuevamente, sin decir adiós.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Las marchas son eternamente duras. Los lugares ensombrecidos a veces son los más iluminados. Nos movemos en esta vida, y el destino a veces es incierto. O siempre. O nunca.

Besos de loki vinodelfin.

Beatriz Sy dijo...

El destino es incierto, las marchas duras pero ansiadas muchas veces.

Besos loki.

Taba-re dijo...

Las decisiones que tomamos y los cambios que producen nos llevan de la mano por un camino de final siempre incierto. Y creo, que el equipaje que llevamos, cada vez pesa menos, pero vale más.

Saludos.

El Ángel... dijo...

Las marchas abren nuevos horizontes. Tememos los cambios, tememos las consecuencias que generará el cambio. Pero finalmente marchamos, cuando hay que marchar.

Un saludo

Beatriz Sy dijo...

Pues si Ángel nos abren horizontes, como dice Taba-re, siempre inciertos.
Marchamos cuando hay que hacerlo Ángel, pero Taba-re, a veces el equipaje cada vez pesa menos y otras nos pesan tanto, que el mismo, nos da pie a la marcha.

Anónimo dijo...

En el suelo de su reducido camarote descansaba un pesado baúl. Nemo guardaba allí sus desengaños. En momentos de penumbra azulada lo acariciaba sin abrirlo,... y sin entender por qué todavía lo conservaba.

Blindado

Anónimo dijo...

Hola, Fénix. Ayer, después de leer este post, decidí subir un pequeño trabajo que había montado la semana anterior:

http://www.youtube.com/watch?v=Xdh3Hq628gk&feature=channel_page

Blindado

Beatriz Sy dijo...

Me ha gustado mucho lo visto, gracias por mostrarlo. Un hombre con su equipaje a cuestas.

Bienvenido Blindado.

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