Cuéntame un cuento

Author: Beatriz Sy /


Miro, ojeo, observo. Nada es distinto, todo es igual pero diferente. Las imágenes me son familiares, de toda la vida, pero… ¿donde estoy? Intentando escribirte, “come sempre”; me leo, o creo leerte, y de pronto… no estoy. ¿Quien soy? ¿Que diablos hago aquí? Mi pasado se desdibuja y el futuro, eterno desconocido, se me muestra. Tarot, videntes, caracolas, runas y demás inventos… ¿para qué, si a un golpe ojo nos sabemos inútiles de cambiar lo que acontece? ¿Y? No sé. ¿Tú sabes? Quien sabe. Quizás tengas todas las respuestas; el mapa hacia la salida del laberinto del Fauno, las pistas que lleven a las minas de Rey Salomón, o que nos descubran la perdida Atlántida.

Alicia, sí, esa, la del país de las maravillas, regresó. Incluso la pequeña niña que calzaba zapatos rojos y seguía un camino de baldosas amarillas. Pero mi camino no es amarillo… ¿servirá si lo sigo?
¿Vistes? Ya dejo de ver el final del camino; y me encuentro. Puede que las baldosas se vuelvan negras, grises, rojas como algunos días, y si, por que no, ¡verdes! Que se levanten del suelo para hacerme tropezar, o que dejen deslizar mis pies como si bailara -porque ya sabes lo que me gusta bailar-.

¿Ves? ¡Para qué saber el futuro, si lo bonito es seguir el camino!

No me digas que

Author: Beatriz Sy /


¡Sin dudarlo! Dudando de todo, con miedo a la muerte, deseando morir. El círculo comienza, cuando nunca se acaba, porque… ¿cuando se sale de ti? Siempre, nunca. Nunca quiero salir. Continuo calor de palabras, frases imperfectas llenas de perfección.
Te pierdo, me pierdo, me engancho. Re-engancho las ganas, encuentro el deseo, deseo de perderte; de tenerte siempre aquí. Estado continuo de estar, estando siempre sin tiempo. Duende burlón el destino, cazador de imágenes perfectas, en pupilas equivocadas; sin equivoco. Seguro del quien, vacilante del cuando. De nuevo… nunca. Nunca por ti y por mi, aunque sabemos que es siempre, y siempre lo hemos sabido.
Silencio, no digas nada, los sonidos sobran aunque quieran oír. Hagamos un trato - a la espera de mi recuerdo-. ¿Recuerdas? Háblame ahí.
Vete, ven, vete… vuelve a venir; y no me digas que.

Desposado

Author: Beatriz Sy /


Y de un portazo me largué. Salí sin más del habitáculo que me asfixiaba y al mirar hacia arriba, aún estaba allí, en el alféizar, él o yo.
Corrí, escapaba de su mirada, imagen atrapada en el vacío. Corrí y seguí corriendo, huyendo de mí, de él, de ella. Las piernas fallaban recobrando fuerzas. El cuerpo oxigenado aclaraba mi mente, el puzzle desecho minutos antes, incluso décadas, comenzaba a tomar forma; piezas perdidas encajaban a la perfección.
¿Y ahora? Respiro; rompo la anilla que anida en mi dedo; y espero tu recuerdo.

Y como no

Author: Beatriz Sy /


Así quería ser, distinta. Distinta en sus formas. Con distinto pelo, distintos ojos, distintos labios con distintos besos. Con distinto sentir, mas bien, sin sentimientos. Viuda negra agarrada a tu pecho.
Un sin fin de distinciones. Y lo piensa, y lo asume, y lo intenta. Intenta incluso redactar otras líneas, otros puntos, otras comas, escribir hasta sin acentos. Intenta evitar las rimas, pero le salen versos. Las palabras se amontonan en su pensamiento. Elige, desecha, emborrona con el típex de los deseos; pero son niñas caprichosas que se esconden entre sus dedos y cuando no otea el amo, se lanzan sin miramientos. Y expresan, y cuentan e inventan. Y crean lo imaginable, lo que todos llevamos dentro. Lo que nos acerca y nos diferencia, un reguero de estremecimientos.
Quería ser distinta, pero sin dejar de serlo.

Firebird

Author: Beatriz Sy /


¿Y ahora que toca?

Después de rosadas las manos del alma

De tener tu sonrisa clavada en mi mirada

Después de prendido el rosal de mi nido

De consumirme por el paso de la luna

Después de incubado el óvulo de la esperanza

Seguir mi camino

Forjar los colores de mis nuevas alas

Tintarlas de aromas de especias

De salvia, romero

De menta y albahaca

Tomar nuevas fuerzas

Brindarle a mis lágrimas los dones de tu beneficio

Curar tus heridas

Cubrirte la espalda

Otear el horizonte

Como ave renovada.

Bon voyage

Author: Beatriz Sy /



Llegado el momento de besar tu boca, elijo el ave que te lleve lejos. Bate tus alas, cumple el sueño de soñar despierto, rompe las mías en cada aleteo. Quédate, quédate aquí, pero vete; toca mi mano antes de la partida, hazme sentir lo que ya se. Pero no, se que no, prefieres otros ojos, otros labios; que me matan. Momentos de soledad a solas, lágrimas por ti, ahogadas en una cama vacía. Aún no entiendo nada, todo; nada de lo que dices, en contra de lo que haces. La nada de mi cuerpo despreciado por el tuyo.
Llega la hora de llenar el nido, de quemar las llamas, renacer de las sombras. Callar las palabras, matar adolescentes que nunca he sido -que nacen de la oscuridad de tu rechazo-.
Sigue, sigue tu camino, que no es el mío- tan solo porque no quieres-. Pero llévame contigo, y lo harás, se que lo harás.