Mi lindo carruaje

Author: Beatriz Sy /


Ahí está, como siempre, lleno de abolladuras, ese eterno faro roto y corroído cual queso de gruyer , maltratado por el tiempo y sus aconteceres, muestra de su vejez. A pesar de continuar su andadura en apariencia de recién estrenado, se nota su hastío. Cada mañana al despertar, comenta a su manera, en un grito sordo, apiádate, hoy no quiero, déjame descansar, líbrame de seguir, de tener que recorrer una y otra vez los mismos parajes. Por favor, no más, olvida el roce de mi cuero con tus manos, el sentimiento de plenitud y libertad que te envuelve con mi simple contacto. Renuncia a mi solo por hoy, o quizás por siempre, ponme aquí, donde sueles, bien situado. No pienses que te abandono, pero este motor está cansado, defectuoso, similar a un corazón roto. Avanza, no pares, me sabes eternamente tuyo, en el mismo lugar donde ahora me sueltas, pero con el freno bien asido y mis cauchos desgastados y quemados de tanto rodar sin sentido.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Aquello que parece inservible por lo "antiguo" posee mucha sabiduría dentro. También mucho avance en cuestiones que muchos "jóvenes" no asimilan. Ese saber estar y ese mirar al frente siempre es admirable. Nunca apartar lo bueno que hay en esta vida.

Besos de loki vinodelfin.

Beatriz Sy dijo...

Simpre quedarse con lo bueno, con lo que aporta y dejar de lado lo que nos frena para seguir.

Besos de Fénix

Taba-re dijo...

¡Qué buena es la vida y sus viejos coches! .. Y.. Qué bueno conducirlos sabiamente hasta aparcarlos.
A pie se llega a muchos sitios también.

Muy bueno, me gustó

Saludos.

Beatriz Sy dijo...

A pie ya vamos a pocos sitios, hemos olvidado el placer de caminar, de pasear a veces sin rumbo, que a mi me encanta.

Muchas gracias y besos.

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