Desposado

Author: Beatriz Sy /


Y de un portazo me largué. Salí sin más del habitáculo que me asfixiaba y al mirar hacia arriba, aún estaba allí, en el alféizar, él o yo.
Corrí, escapaba de su mirada, imagen atrapada en el vacío. Corrí y seguí corriendo, huyendo de mí, de él, de ella. Las piernas fallaban recobrando fuerzas. El cuerpo oxigenado aclaraba mi mente, el puzzle desecho minutos antes, incluso décadas, comenzaba a tomar forma; piezas perdidas encajaban a la perfección.
¿Y ahora? Respiro; rompo la anilla que anida en mi dedo; y espero tu recuerdo.

2 comentarios:

Taba-re dijo...

Creo yo, ante esta situación, que esperar el recuerdo sólo no basta, hay que pasar de la angustia al dolor y del dolor a la tristeza, entonces vendrá el recuerdo a restaurar el alma.

Me gustó.

Un saludo.

El Ángel... dijo...

Me gusta,
Siempre hay heridos en juegos de tres, esperar, esperar, no lo sé.

Besos

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