¡Pobre ilusa! Y no digas lo contrario. Ya no. Subirme a las nubes, pensar sin pensar, sin creer, sin sentir sintiendo. Olvidando lo inolvidable. Suspirando los imposibles.
Las ilusiones no son lo mío, lo sé desde ahora ó más bien desde siempre. Desde cuando los directos te dejan k.o. y rompes los dientes contra la lona y nunca vuelves a levantar.
¿Mirar al cielo? Está muy alto, muy lejos, inalcanzable para un animal sin alas. Déjame aquí, aferrada al suelo -donde el golpe de la caída no duele tanto-. Porque caeré, lo sé, caeré.
Y a pesar de todo, sueño; creo. Creo en ti, creo en mí. Creo en los imposibles, en los indomables, en las ilusas, en los cuerdos y lo absurdo, en los tontos y las locas. Lo irreal que nos invade, con su matiz de certero. Aunque todo es cierto.
Y te busco. Me busco en cada reglón, escondida tras cada palabra. Y te escribo. Me recreo en tu memoria cuando no estás y me lleno cuando te toco, cuando te beso, cuando te tomo. Te tomo en cada recuerdo, en cada palabra, en cada suspiro, y sin esperanza.
2 comentarios:
Caer no es problema, el problema es quedarse en el suelo, mil veces me caigo, mil veces me levanto y como el ave Fénix...
Besos y arriba.
Si. No se si por suerte o por desgracia estoy muy puesta en levantar.
Besos.
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